La conspiración (II)
La representación está desarrollándose tan bien, que ni siquiera es preciso un descanso o entremés entre acto y acto. Del estatuto pasamos a la paz (abomino de las falsas mayúsculas). Es patético el papel que nos tienen reservados a quienes nos resistimos a ser comparsas, pero nada comparable al horror de las víctimas traicionadas, a las que nadie devolverá la vida, repondrá los miembros, al horror de los amigos y familiares que no recuperan a los seres perdidos. No habrá justicia. Deberán convivir con los verdugos triunfantes. Sin embargo ellos no perderán su dignidad. Es la Nación, somos los españoles los que quedamos vencidos y humillados por un gobierno, por una conspiración que hace de la cesión ante el terror islámico, etarra, el instrumento para la destrucción de la nación. Nunca tan pocos consiguieron pervertir a tantos. ¡Pobre España!
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2 Comments:
No lo trago. Y españa no lo traga. Y si no paran la farsa "el pueblo" los va a sacar a hostias.
El pueblo, amigo ignacio, ya no ahostia ni los colchones de lana.
Seguramente el único castigo que recibirán estos traidores será nuestro desprecio. Poca cosa para quien no tiene principios.
¡Pobre España!
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