Pepiño, cursi, blandito con Otegui.

Pepiño (creo que al señor Blanco no le gusta que le llamen así), que inició estudios de derecho, no le va a la zaga, en lo que se refiere a cursilería, al presidente del gobierno. Si acceden a la noticia de Libertad Digital Blanco disculpa el pasado terrorista de Otegi mientras Askatasuna acusa a Rubalcaba de "gestionar" los GAL, comprobarán que Pepiño aspira a que los terroristas "pidan disculpas". Más o menos como el "sorry" que un inglés susurra para pedirte paso. Muy fino, muy cursi. Muy propio de quienes son fuertes con los débíles y débiles con los fuertes. Muy obsceno, muy propio de la neolengua auspiciada por el ministerio de la verdad.